Bartolomé Esteban Murillo nace en Sevilla en 1617,en el seno de una familia de numerosos hermanos, pero en un espacio breve de tiempo, queda huérfano de padre y madre.
Fue criado por una de sus hermanas y su marido,con el cual mantendría relación hasta el final.
Será en Sevilla donde comience su profesión de pintor, aunque no se conoce exactamente cuando comenzó su aprendizaje, se cree que fue alrededor de 1633 con el maestro Juan del Castillo.
Una vez aprendida la base del oficio de pintor, la siguiente influencia de Murillo fue la de Pedro Moya, que pasó por Sevilla en 1642 después de estar en Londres.
Viajó a Madrid y allí de la mano de Velázquez conoció las colecciones de El Escorial y de El Alcázar, pero volvió a Sevilla donde se le admitió en la Cofradía del Rosario de la Iglesia de la Magdalena.
Poco después se encuentra totalmente establecido con taller propio y empieza su etapa con las pinturas religiosas que hizo por encargo.
Famosísima de este genero es la Inmaculada Concepción que pinto para los Franciscanos, así como la Sagrada Familia del Pajarito y muchas obras mas.
Su fama llego a tal extremo que el propio monarca Carlos II le insto a trasladarse a Madrid, pero el pintor declinó la invitación.
Junto con Valdés Leal, con el que tuvo fuertes enfrentamientos, formo parte del foco sevillano del barroco de finales del siglo XVII.
Murió al caerse de un andamio mientras trabajaba en la iglesia de los capuchinos de Cádiz en 1682.
